Estaba él, esperando bajo el reloj, la hora se había establecido 3:30 pm, miraba el reloj una y otra vez, ya se le había hecho tarde, el por un momento pensó que ella no llegaría, que solo lo había engañado, decepcionado espero hasta las 4:00pm y ella del 3 vagón del metro bajo, una blusa a cuadros, su cabello largo y su sonrisa encantadora, la miro y ella lo miro a el, sus ojos se encontraron a medio camino; caminos dijo ella con una voz tímida, subieron las escaleras y antes de salir él la beso, asi de la nada sus labios se encontraron, era la segunda vez que se veían y ya creían estar destinados, pero el destino es cruel y aunque ellos sabían que no podían estar juntos en cada beso siguiente se siguieron encontrando, el lazo rojo se estaba creando una coincidencia una casualidad todo improvisado y aunque el la quisiera tanto a ella, ella ya estaba con alguien mas, ambos lo sabían y aun asi siguieron jugando a amarse y tomarse de las manos, el día fue lento, tan lento que pensaron nunca acabaría, al final ella se tenía que ir y aunque ninguno de los dos quisiera con un beso se dijeron adiós...
Nunca mas se encontraron de nuevo, quizá ella vio que su destino no era él y él o él murió en silencio día tras día desde el último beso que ella le dio
